¿Que ya no pierda mi tempo recordándote? maldita sea, estás en él. A veces pienso que exagero cuando se trata de ti, pero la verdad es que no hay otra cosa que me de más felicidad que verte sonreír. Porque cuando lo haces, no importa ni un poco lo que está pasando ni aquí ni en China, todo fluye a tu alrededor, el sol empieza a calentar medianamente de tal manera que me siento cómoda, el cantar de los pájaros calma el momento, el atardecer lo hace más especial, las palabras cobran sentido solo si las escucho de ti y más en ese momento donde haces hermosas frases con ellas, frases que recordaré a la perfección hasta el último día de mi vida, y a todo esto, me abrazas y vuelves a sonreír.
Entonces, dime cómo te olvido, porque estás presente en los rayos del sol, los pájaros se escuchan a cualquier hora del día, siempre se acerca el final del día y veo al sol ocultarse, escucho a muchas personas hablar, pero no escucho tu voz, y, nada de lo anterior tiene sentido si tú no estás. Otra vez coincido en el lugar donde te conocí, pero no estás aquí y falta que me abraces, pero, sobre todo, volver a verte sonreír.
Autora: Esmeralda Cortés
No hay comentarios.:
Publicar un comentario